Siempre el ser humano en su interioridad vive como caminando en una cuerda floja. Para buscar avanzar en equilibrio debe ser muy consciente de cada paso que da y hacerse de las herramientas necesarias para perdido el equilibrio, retomarlo y continuar. Es como la imagen del equilibrista del circo que se mueve con una gran vara que manipula para restaurar su equilibrio cada vez que en el trayecto tambalea y se hace necesario maniobrar para continuar y llegar a destino sano y salvo.
Así también nosotros buscamos herramientas que nos permitan encontrar ese equilibrio. Gonzalo Pérez, connotado psicólogo chileno nos aconseja tres herramientas que actuarían como esa gran vara del equilibrista:
Te calmas, aceptas y agradeces.
Estas tres cortas palabras traen consigo enormes invitaciones de trabajo interior. Te calmas es una invitación a gestionar tus emociones. A revisar lo que te altera, identificarlo y ponerle nombre. Con paciencia observarlo actuar y esperar a que se debilite. Aceptas, implica un gran trabajo de antes que nada autoaceptación de nuestra vulnerabilidad. Nos invita a mirar nuestras fragilidades y sombras que nos hacen perder el equilibrio con tanta frecuencia y a buscar en ellas las causas de nuestros dolores y agradece... es la invitación a superar la culpa a perdonar y a continuar con la certeza que todo está bien.
Trabaja la calma, la aceptación y la gratitud y la cosecha será abundante.
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